miércoles, 15 de octubre de 2014

Sin sentido y sin llorar.

Reescribir una vieja carta 
y cambiar un nombre por el tuyo. 
Reescribirte, solo reescribirte para que vuelvas. 
Y no saltarme ninguna coma. 
Ningún punto. 
Ningún acento será lo único que me pida.
Cantarte los abrazos y reventarte a besos. 
Decirte "hola", y llorarte a la espalda. 
Sentir una caída de las bonitas
y olvidarme de que te irás.
Vete, pero siempre sabiendo que volverás. 
Que volveré. 
O vete tú a saber quién de los dos se
perderá en el camino.
Si soy yo, no hace falta que vengas a buscarme. 
Pero si eres tú, 
por favor, 
déjame recorrerme el mundo
y encontrarte, 
sentado,
mirando la gente pasar,
esperando a que llegase.
Llegaré, 
corriendo, cansada, sin sentido y sin llorar.
Pero solo si,
por favor,
me dejas ir a buscarte.