Cuando decides empezar de cero
y te buscas en cada rincón.
Y no te encuentras
y el colapso se forma en tu cabeza,
y en tu piel
la tempestad.
Cuando el cero se vuelve mil
y todo eso.
Acabo de llegar,
y no pienso irme.
Y toda esa mierda.
Y todas esas ganas.
Y todo eso.
Bienvenido a mi universo.
Mis pasos te guían
en un camino que nadie sabe dónde coño acaba
-ni siquiera yo-
pero aquí estamos.
Algún final tendrá.
Pero no me preocupo en encontrarlo.
Ya llegará.
Que sepáis que yo no tengo prisa.
No pasa el tiempo en mis pies.
Ni en mis manos.
Mis ojos pestañean con tantas ganas y con tanta rapidez
que me duelen los ojos,
y caigo en eso llamado
océano
de
lágrimas.
Aprovecho.
Me echo a dormir en el agua.
Me siento agua.
Y ahora
no quiero volver.
Por cierto,
no me toquéis.
Soy la fragilidad escondida en una piedra.
Ha sido como leerme a mí misma...
ResponderEliminarDe un modo mucho más bonito, eso sí.
¡Me quedo por aquí! :)
Buenas!
ResponderEliminarMuchas gracias por quedarte.
Es un placer acogerte por aquí.