Y sin parar de mirarme, corre.
Corre todo lo que puedas.
Corre como si no hubiera mañana.
Corre para saciar la soledad.
Corre para sentir el sudor.
Para notar el agua de la ducha.
Para echarte a gusto el piti de después.
Corre para relajarte.
Para eliminar lo malo.
Para atraer lo bueno.
Para sentir como la sangre,
y lo que no es sangre,
te llena.
Para llenarme.
Tú corre, que yo,
correré después.
Correré para quedarnos a gusto.
Tú corre que yo,
te seguiré.
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