domingo, 4 de mayo de 2014

Si vienes, por favor.

No sé qué hago en la calle en una noche no tan fría como la esperaba.
Imagino que es porque pensaba que volverías. Aún espero que vuelvas.
Y no, no tengo miedo a tener que esperar toda la vida.

Me da más miedo que vengas para decirme "adiós"

Por que si vienes, por favor, ven a decirme "hola, vengo para quedarme".
Y prometo, en ese mismo momento, comerme el mundo a tu lado,
como te prometí sin decírtelo,
con un beso al terminar en tu cama.
Por que si vienes, por favor, ven a decirme "hola, siento haber llegado tarde".
Y prometo aliñar el tabaco y escuchar todos tus problemas,
y solucionarlos uno a uno filosofeando de la vida,
de los peligros y sus virtudes.
De tus peligros y tus virtudes.
Porque si vienes, por favor, ven a decirme "hola, siento haberme ido".
Y prometo colarme como los rayos de sol por tu ventana,
a saludarte todos los días,
a meterte mano de la manera más bonita que existe,
a despertarte comiéndote a besos y caricias.

Pero vuelve.
Yo esperare todo el tiempo que haga falta.
Y cuando vengas, lo perderemos juntos,
sin hacer nada,
simplemente tirados en la cama, en el suelo,
riendo como hacíamos aquel día.

Pero vuelve.

Solo eso.

Vuelve.