sábado, 18 de junio de 2011

Ha llegado el momento...

Ha llegado el momento, ha llegado la hora,
voy a contarte todo, sin secretos ni tapujos.
Voy a decirte algo que debería haber dicho hace mucho tiempo,
o quizás nunca debería de decirlo.

Me siento tan extraña al levantarme cada mañana, y saber que no te tengo.
Me doy cuenta de que aquel día, en aquel lugar, todo se hizo nuestro.
Y lo perdimos. Lo dejamos escapar. No se como ni por que, pero se fue.
Dejo un cajón abierto en mi memoria.
Aquel lugar que fue nuestro, desapareció.
Quedo en el olvido de los besos de dos cuerpos,
de los abrazos que nos dimos...
del baile de dos almas que se mezclan, y se funden en una sola...

Fuimos un poco tontos los dos.
Pudo ser algo precioso, y no lo fue.
Algo salio mal en aquel momento, pero...
¿El que?
No lo se, bueno, si que lo se.
Pero olvidemos el pasado y centrémonos en el presente.


Ha llegado el momento, ha llegado la hora, 
voy a contarte todo, sin secretos ni tapujos. 
Voy a decirte algo que debería haber dicho hace mucho tiempo,
Voy a decirte al oído que te necesito a mi lado... 

jueves, 2 de junio de 2011

El resto de mi vida.

A llegado el momento, tengo que salir,
demostrarme que puedo hacerlo,
que puedo entablar una conversación
con esa persona especial.
A llegado el momento de buscar aquellos sentimientos
enterrados en mi cabeza, y que no fluyen con normalidad.
Solo espero verte,
sentirte a mi lado,
recordar esos momentos en donde
estamos solos,
tú y yo,
nadie nos mira, o quizás todo el mundo,
pero no nos importa, nos da igual.
Estamos centrados, simplemente,
el uno en el otro.
Nadie más existes, nadie más hay a nuestro al rededor.
Nadie...

Y si hay alguien, si alguien cotillea, mira y remira...
¿Que más nos da?
¿Por que no nos olvidamos del mundo,
y nos centramos en nuestro paraíso?
Un lugar especial, una emoción sin piedad.
Un sentimiento que necesita
ser diferenciado a los demás...
Que necesita saber si de verdad es una emoción,
o una simple obsesión...

Cualquier momento es bueno
para demostrar el sentimiento
aquel que desea ser expresado
de la mejor forma, a pesar
de que el mundo lo mire mal,
tan mal, que hasta nos de vergüenza...
¿Vergüenza de que? Me pregunto...
¿Vergüenza de querernos?
¿De aceptar al otro tal y como es?

No, no voy a pasar por eso,
si quiero, no quiero que sea en silencio.
Quiero gritar a los cuatro vientos que te quiero,
quiero que me oiga el aire,
que se lo cuente a los árboles,
y que estos lo lleven de rama en rama
hasta aquel lugar en dónde todo es perfecto...

Quiero ser tuya el resto de mi vida,
quiero entrar en tu corazón,
junto a tus sentimientos,
y la razón.
Junto a esa sangre que bombea,
y ese corazón que, prometo,
cuidare siempre...