viernes, 21 de junio de 2013

El tiempo se convirtió en verso.

El tiempo se convirtió en verso
cuando decidiste recordarme
que yo era yo
y no necesitaba a nadie más.

El tiempo se convirtió en verso
en ese pequeño instante
en el que pillé a tus ojos
clavados en mi voz.

El tiempo se convirtió en verso
en el momento exacto
en el que decidí besarte,
y no lo hice.

El tiempo se convirtió en verso
cuando el humo del cigarro desapareció,
cuando tus manos se pegaron a mi cuerpo,
justo cuando el verso
se convirtió en beso.

miércoles, 12 de junio de 2013

Tragarme tus palabras.

Voy a tragarme tus palabras. 
Pero primero quiero saborearlas. 
Notarlas amargas, con un toque dulce. 
Notarlas dulces, con un toque amargo. 
A la vez, sentirlas saladas y ácidas. 
Con un fondo de recuerdos
y un trasfondo de dulzura.
Bajo la dulzura, notar la melancolía. 
Palabras con miedos y dudas.
Con chispa y gracia.

Voy a tragarme tus palabras.
Saborearlas en la boca
y notar como bajan por mi garganta.
Y cuando estén dentro de mi, 
notar como duelen.
Como se clavan con agujas 
en mi estómago. 
Notar como me hacen acurrucarme, 
y llorar de dolor. 

Al día siguiente, estar bien, 
pero volveré a tragarme tus palabras. 
Por que soy masoquista, 
y me gusta ese dolor. 
Me gusta ese sabor amargo, 
dulce,
ácido
y salado. 
Me gusta ese sabor a recuerdos, 
a dulzura y a melancolía.
Con toques de miedo y dudas
mezclado con chispa y gracia.

Voy a tragarme tus palabras. 
Para llorar. 
Para recordar.
Para saber que has hablado conmigo.
Para sabe que, por un minuto, 
te has parado a pensar en mi. 

Insistiré.

Insistiré en abrir las ventanas para respirar,
y en cerrarlas para no caer.
Abriré las puertas para salir yo,
y las cerraré para que te quedes tú.
Ahorraré el dinero para no gastarlo en chorradas,
pero me compraré cosas inútiles e inservibles que solo me recuerdan a ti.
Me tumbaré en el suelo,
me sentaré en la cama.
Veré la televisión en la cocina
y cocinaré en el salón.
Destrozaré cada foto contigo,
para luego pegar los trozitos
uno a uno,
con celo.
Me reiré de las cosas más tristes
y lloraré con las más alegres.
Cambiaré la habitación de color,
de decoración,
de colchas,
de armarios.
Solo para crear algo que no me recuerde a ti.
Porque, desde que te fuiste,
todo, absolutamente todo,
me recuerda a ti.
Incluso mi propia cabeza me recuerda a ti.
Me hace ver que no sé hacer nada sin ti.
Que no me aclaro.
Que veo las cosas tal y como no son.
Veo como las noches no son lo mismo
y los días tampoco.
Las sonrisas del espejo,
desde que te fuiste,
me saben a poco.
Me faltan tus palabras para animarme.
Para recordarme que tú eres quién me salva.
Quien me hace tener las cosas,
más claras que el agua.

Corre(te)

Y sin parar de mirarme, corre.
Corre todo lo que puedas.
Corre como si no hubiera mañana.
Corre para saciar la soledad.
Corre para sentir el sudor.
Para notar el agua de la ducha.
Para echarte a gusto el piti de después.
Corre para relajarte.
Para eliminar lo malo.
Para atraer lo bueno.
Para sentir como la sangre,
y lo que no es sangre,
te llena.
Para llenarme.
Tú corre, que yo,
correré después.
Correré para quedarnos a gusto.
Tú corre que yo,
te seguiré.

Como siempre.

Hundiré mi voz en tus recuerdos. 
Les gritaré, les insultaré. 
Les escupiré una palabra tras otra. 
Les echaré en cara todas y cada una
de las mentiras que me hicieron. 
Les escupiré rencores automáticos. 
Les golpearé con las manos y los pies. 
Contra la pared, contra el suelo. 
Los ataré con dobles nudos 
bien apretados
para que no huyan. 
Los esposaré. 
Los aplastaré, y los haré migajas. 
Todo, deseando odiarte. 
Pero no servirá de nada. 
Seguiré queriendote como siempre. 

-

Música de fondo. 
Todo suena y todo calla. 
Recuerdos, muchos recuerdos. 
A la vez, mucha soledad. 
Besos perdidos. 
Besos olvidados. 
Historias que pudieron ser
y nunca fueron. 
Caricias que se convirtieron
en piel de gallina.
Susurros, abrazos. 
Risas de complicidad. 
Manos bajo la mesa. 
Juegos, toqueteos. 
Y otra canción. 
"Quizás, quizás, quizás"
Y exactamente, eso piensas. 
Quizás... ¿Qué pasó?
¿Qué dejó de pasar?
Quizás. Tal vez. 
¿Por qué no?
Un viaje tras otro.
Campos al rededor. 
Ciudades reflejadas en espejos. 
Espejos que muestran la verdad,
la pura verdad. 
Soledad, distancia. 
Todo traducido al olvido. 
Risas por detrás. 
Gente. 
Poco a poco, llega la gente. 
Poco a poco, todos se sueltan.
Poco a poco, todo se olvida. 
"Bésame, bésame mucho..."
Si, por favor. Hazlo.
Nunca te olvides de mi. 
Otra canción. 
Su voz sonando detrás. 
Aplausos. 
Bien. 
Lo haces demasiado bien. 
Sonrisas. Sigue. 
Sabes como seguir. 
Sabes como engatusar. 
Sabes como alegrar. 
Sabes hacerlo todo. 
Absolutamente todo, 
en todos los sentidos. 
La soledad se fue. 
Los espejos dicen la verdad. 
No estoy sola. 
Solo estoy sin acompañar.