Una hoja rebota
entre las tinieblas
de unos ojos
que no ven,
pero observan.
Una hoja cae
sobre los pasos
vacíos,
de alguien que corre
y no anda.
La misma hoja
vuela.
Escapa.
Decide mandar a tomar por culo al mundo
y ser libre.
Decide que es fácil.
Y al ser fácil,
ya no mira con otros ojos,
solo mira con los suyos;
ya no besa con otros labios,
solo con los suyos;
ya no acaricia con otras manos,
solo con las suyas.
Es fácil.
Es muy fácil cuando
te da tanta paz que
apenas te das cuenta
del paso del tiempo
a tu al rededor.
Es muy fácil cuando
piensas menos de lo
que crees, cuando
actúas más de lo
que te imaginas.
Es fácil.
Muy, muy fácil.