El calor que recorre
por la almohada
y tú
que ríes en plena
calle, caes
y yo,
que retumbo en
las dorsales
duelo, como duelen
las resacas. Creo,
como se cree
en los estigmas
y tú, que piensas
en el blanco
como las marionetas
que respiran
de otros
y yo, que no te
doy aire
y pienso, como
piensan los puntos.
En suspensivo.