Me dejé llevar hasta el infinito.
Era yo, que sabía que eras tú.
Estábamos en la inmensidad cuando lo eché a perder.
El perdón que nunca me daré.
La sonrisa que ya no observo.
El beso que ya no es beso
sino recuerdo.
El abrazo que acunaba ahora mece la nada.
El te quiero que no fue dicho
sino pensado.
Ese es mi no perdón.
Mi hasta siempre más largo.