jueves, 1 de diciembre de 2011

Perdámonos en las calles.

Y perdámonos en las calles,
olvidémonos de todo, y de todos.
Dejemos ver a la gente
de quién es esta mente
que me hace soñar, que me deja volar.
Que me lleva y me trae.
Que me mueve a lugares extraño,
tan bonitos como raros.
Tan grandes como pequeños.

Y perdámonos en las calles,
en esas que nos muestran pequeñas agrupaciones
de gente, de personas,
de sentimientos esparcidos
por las aceras ahora mojadas.
Ahora llenas de sentimientos,
llenas de cancioncillas navideñas,
y de luces brillantes.

Perdámonos en aceras,
en calles pequeñas y vacías,
o grandes y llenas.
Brillantes, apagadas.
O en un simple bar.
Ahora en navidades,
solo quiero perderme contigo.

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