miércoles, 23 de octubre de 2013

Tú.

Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te vi,
que los inviernos son más fríos,
los veranos más calurosos,
las noches tienen menos estrellas
y los días son más grises.

Nunca pensé ahogarme en el mar,
solo pensaba en ahogarme en tus labios.
Pensé en mirar tu espalda,
recorrerla como más me gusta,
rozándote.

No sabía cómo,
pero cada recorrido que hacía sola
era una puñalada en la espalda.
Tú ya no estabas aquí,
tu cuerpo ya no me abrazaba.

Me volvía loca
intentando explicar
como coño hacías
para volverme loca.

Te fuiste,
te fuiste con ella
y yo
no sabía que hacer.
Caminaba sola
por esas calles que tú y yo
recorrimos juntos.
Bolas de fuego salían de mi cabeza,
intentando apartar
a toda esa gente que me estorbaba
y se creían que nuestras calles
eran suyas.

No se daban cuenta de
la cantidad de pactos
firmados con besos que
fuimos dejando en cada baldosa.

Te echo de menos.
Te echo de menos.
Te echo de menos.

Nunca supe como decírtelo a la cara
por que no tenía fuerzas
ni para mirarte a los ojos.
Poco a poco me fui quedando sin fuerzas
desde que te fuiste.
Y aún me pregunto
en qué instante decidí volver
detrás de ti.

Lo siento.

Te echo de menos.

Me gustaría volver
a mirarte a los ojos
y decirte lo más bonito
que puedas escuchar en la vida.
"Tú".

"Tú"
es lo más bonito.
Abarcas todas las palabras.
"Tú"
llenas de amor cada esquina.
"Tú"
reduces a trocitos muy muy pequeños las tristezas.
Engrandeces las alegrías.
Si hay que llorar, lloras.
Si hay que reír, ríes.
Si hay que pensar, piensas.
Si hay que querer, quieres.

Pero ya no me quieres a mí.
"Tú"
dejó de ser la palabra más hermosa
el día que cruz´la puerta con su maleta.
"Tú"
dejó de existir
el día que la vi con otra.
Con ella.

No seré la chica más perfecta del mundo.

Pero te juro que nadie te va a querer como yo te quise.


miércoles, 16 de octubre de 2013

Hoy, tanto tiempo después.

Cuando la poesía ya no me sirve para desahogarme, tengo que utilizar la prosa. O al menos, debo intentarlo. Como escribió mi pequeña Irene, "Recurro a la prosa, para no sé qué le quiero decir y ya no sé como".

La última vez que supe de ti fue hace tanto tiempo que ni sabría decirte cuando fue. Solo recuerdo que en esa última conversación que tuvimos, se me cayó el mundo encima.
O las paredes de la casa que creía construir contigo.
O las ideas de futuro que tenía en mi cabeza. Y en todas esas ideas aparecías tú. Sonriendo. Siempre sonriendo. Llegando a corretear por el campo con los dos niños que pensamos en tener. Pero ahí quedó todo. En simples sueños que rompimos a hostias contra la vida por ilusionarme. Por que solo me ilusioné yo, pero ambos rompimos los sueños.
Ahora, cuando veo las fotos que tantas veces nos pasamos, me pregunto qué es de ti.
Me masturbo, y al terminar me hago prometerme que borraré las fotos. Para no saber más de ti. Al final nunca lo hago. He de dejar de hacerme ese tipo de promesas. Sé que no las voy a cumplir. Por eso he decidido preguntarme si debería volver a saber de ti, saber como te va la vida. Me pregunto todos los días desde que te fuiste "¿qué tal habrá dormido?", "¿estará bien?". Y me faltan cojones para preguntártelo de verdad.

Cada vez que follo, por que dejé de hacer el amor hace mucho tiempo, pienso en todos esos polvos que tú y yo nos perdimos. Distancia, dicen algunos. Falta de ganas por parte de alguien, digo yo.
Tú y yo nunca follamos, ni hicimos el amor. Ni si quiera pude darte un misero beso, pero a veces, el amor no hace falta demostrarlo con señales. Era hablarte por teléfono y llorar felicidad por todo mi cuerpo. Tú sabes a qué me refiero.

Hoy, tanto tiempo después, he vuelto a verte de nuevo, en fotos, como siempre. He vuelto a leerte. No me preguntes por qué, pero lo he hecho. Y mientras te leía, he vuelto a llorar. He recordado todos esos viajes que quisimos hacer y nunca hicimos. O todas esas visitas que tuve pensadas. Visitas sorpresa. Visitas guiadas. Visitas con besos. Con caricias. Con sexo.

A pesar de todo, quiero darle las gracias. Con él supe lo que era querer a alguien de verdad. Supe lo que de verdad duele la distancia. Supe lo que es levantarse cada mañana con una sonrisa solo por saber que, aunque no estuviese a mi lado, estaba ahí.
No sabéis lo que es despertar, hablarle, y que 1 segundo después me hablase.O despertar, y ver que él ya estaba pensando en mí. No sabéis lo que es sonreír día tras día solo por alguien.
Hoy, ahora, después de tanto tiempo sin saber de ti, quiero darte las gracias por esos días que se convirtieron en meses que se convirtieron en un año.
Un año que, espero que sepas, no lo olvidaré jamás.
Ni las promesas que nos hicimos.
Gracias.

domingo, 13 de octubre de 2013

Ya no tengo pornopesadillas.

No volveré a poner la tele a las 4 de la tarde
para ver esos programas de "periomierdas".

No soportaré más gente que no mira por los demás,
que solo mira para si misma.

No cerraré los ojos por la noche
por si acaso sueño pesadillas.
Ya no tengo pornopesadillas.
Como tú ya no estás en ellas,
ahora solo son pesadillas a secas.