¿Sabéis lo que es recordar a alguien por la letra de una canción?
Pero recordar de la manera
más dolorosa
que existe.
Recordar, clavándote las espinas de sus palabras;
los gritos que me lloraron los ojos;
los silencios que me salieron a gritos;
las heridas que nunca se cerraron;
los "te quiero" que acabaron en el cesto de la ropa sucia,
rodeados de frases,
de risas telefónicas,
de miradas a nadie,
de "te echo de menos" demasiado ciertos,
de "te quiero de más" mucho más que verdaderos,
de recuerdos,
de olvidos,
de regalos,
de suspiros...
Y ahora, yo, me vuelvo a clavar las espinas, una por una, en mis ojos.
Déjenmelas ahí, ellas son felices.
Y un poquito, yo también.
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