viernes, 9 de diciembre de 2011
No te odio nada.
Odio como me hablas, y también tu aspecto. No soporto que lleves mi coche, ni que me mires así. Aborrezco esas botas que llevas, y que me leas mi pensamiento. Me repugna tanto lo que siento, que hasta me salen las rimas. Odio que me mientas, y que tengas razón. Odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca, y que no me hayas llamado. Pero sobretodo, odio no poder odiarte. Por que no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto.
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