la que hace que las olas se calmen
o que se silencie el mundo
de los gritos de los niños de parque
o de los adolescentes sin adolescencia
o de los jóvenes sin futuro.
Y es simplemente tus ojos
los que hacen que las horas se paren
y que los segundos no caminen
directos a perderse y olvidarse
en el paso del tiempo que a veces,
bueno.. que nunca vuelve.
Y son sus besos, y su piel,
y todo, todo él, los que hacen
que se me pierda la cabeza.
Que la locura me llega y
siempre, siempre se me escapa
en suspiros convertidos en gemidos.
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