domingo, 21 de abril de 2013

Me has fallado.

Aprendí a soportar todas y cada una de tus mentiras, porque te quería.
Me desnudé para ti, día y noche. Sin miedo.
Prefería quedarme en casa contigo antes que salir con mis amigas de fiesta.
Y ahora... No, ahora no me arrepiento. Nunca he dicho eso.
Arrepentirse no sirve de nada. Lo hecho, hecho está.
Pero sí que me odio. Por haberte creído día tras días y noche tras noche.
Me odio por haber pensado que contigo todo era diferente.
Y no era más que una absurda mentira, como cualquier otra.
Me odio por haberte querido más de lo que tú me querías a mí.
Te recuerdo lo que me prometiste: que nunca te irías.
Y que si lo hacías, solo sería el día de tu muerte.
¿Pero sabes qué?
Me has fallado.
Te has ido antes de tiempo.
Esta vez, he ganado la partida.

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