lunes, 12 de septiembre de 2011

Dos almas que bailan.

¿Y quién soy yo?
¿Nadie?
¿Una simple historia?
Puede que, incluso, sea un recuerdo. Guardado en el alma, bajo llave, esperando a que alguien, con una mirada y un beso, me suelte, me haga volar... Estoy esperando el momento. No cuento los segundos, ni los días, simplemente espero. No tengo miedo, soy amiga de los fantasmas. Llevo tanto tiempo escondida, que he aprendido a vivir con ellos.

Yo los llamo fantasmas. Tú los llamas temores, pesadillas. Muchas veces, son simples tonterías. Otras, miedos de verdad. La perdida de un ser querido, algo que nos da realmente miedo, el amor frustrado, la desilusión, la venganza, el olvido, la muerte... Me siento en una esquina, y le veo llegar, Pantalón pirata, y sonrisa en la boca. Ojos alegres, incluso le brillan. Se acerca, pero tengo miedo. Se lo que quiere, pero yo...

¿Que quiero yo? ¿Quiero volver a sufrir y terminar escondiéndome como una niña tonta? ¿Eso es lo que quiero? 

No. Quiero ser libre. Quiero sentir el aire a mi al rededor. Notar como algo llamado amor vuelve para no irse. Sentir una mirada clavada en mi cuando salgo de la habitación. O un beso que me llega al cuello. Notar como mi piel se eriza cuando estamos a solas. Como mis ojos se cierran en la oscuridad de la noche. Cuando la luna es testigo de la unión de dos cuerpos. Dos almas que bailan al son de una música sin sonido... Una música para muchos ya desaparecida... 

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