martes, 2 de abril de 2013

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Aprendí a leer entre las líneas de tus labios. Aprendí a descifrar cada uno de tus silencios. Aprendí a esquivar algunas de tus miradas antes de que me tocaran hondo. Aprendí a querer cada una de tus manías, y ahora echo en falta la rutina contigo. Nadie me enseñó como estar cuando el café es solo para uno, como estar cuando te levantas y te encuentras solo en una cama que quedaba pequeña para dos. Eres esa asignatura pendiente de septiembre que espera que octubre le haga olvidar que estuvimos a punto de nada de serlo todo.
Aposté, fallé, y solo toca esperar que el tablero cambie ahora.

4 comentarios:

  1. Este texto es mio, podrias borrarlo, o al menos decir que es mio.. Gracias.

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  2. Cierto, sabía que lo cogí de un blog, pero luego no lo encontraba. (Antes o después, iba a aparecer la dueña).
    Gracias por haber hablado, ahora pongo tu enlace.

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  3. Mil gracias, creo que eres una de las únicas que no borran este tipo de comentarios y pasan del tema.. Por ello te pido disculpas por haber parecido tan borde..

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  4. Jajjajaja Claro que no paso del tema. Si lo he cogido de alguien, lo pongo. Lo que pasó fue que cerré tu blog antes de coger el nombre, y luego no lo encontraba. E imaginé que antes o después aparecerías por algún lado. Jajajajaj
    Por cierto, ¡me gusta lo que escribes!

    Un saludo!

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